Constanza Vallejos

Haber conocido a Ruby fue un regalo. No solo por el trabajo de coaching que hicimos juntas, sino también porque logré validarme como persona y como mujer de la mano de una tremenda coach, empática, sensible, asertiva, siempre destacando que el autoconocimiento, el amor propio y el perdón son los cimientos para alcanzar cualquier meta. Hoy puedo decir que gracias a ella he tenido saltos cuánticos en mi autoestima, mi autoconfianza y he logrado avanzar en mis sueños y comenzar a hacerlos realidad. 

Gracias Ruby por tu compañía y por el tremendo trabajo que haces.